5. Plaza Alta
Fuente: Ayto. Algeciras
Plaza Alta es una soleá preciosa del álbum Almoraima. Parece reflejar a la vez, en una sola pieza, la quietud de esta plaza durante las lánguidas tardes de siesta y, por otra parte, en una segunda y diferenciada estrofa, el bullicio y el trasiego de la mañana de diario. Félix Grande hablará así de ella: “Primero suena con majestad, con despaciosa majestad. Y luego se encabrita (¿se enoja?), se acelera. ¿Por qué corre esa soleá? ¿Hacia dónde? Todo auténtico artista es un perseguidor”.
Almoraima es un álbum lleno de guiños a la tierra del artista. Es posiblemente la culminación de un estilo muy particular que impactó muy de lleno a los creadores flamencos más jóvenes. En el primero de los temas, el que se llama precisamente como ese latifundio de Castellar de la Frontera que da nombre al LP, Paco suelta la guitarra un momento y toca un remoto
laud en un intento de vuelta al pasado, al mestizaje cultural, a Al Andalus...
Este espacio, la Plaza Alta, es el corazón de Algeciras; lo ha sido desde que se reconstruye la Algeciras moderna sobre las ruinas de la ciudad musulmana y de aquí parten las calles más populares de la ciudad. Se llamó Plaza del Almirante, del Rey, de la Constitución (la de 1812), de la Reina, de la República, del Generalísimo... hasta que, en la Transición, asume como oficial el nombre de Plaza Alta, que era, en el fondo, como siempre se refirieron a ella los algecireños.
La Plaza Alta era en la infancia de Paco la zona de esparcimiento familiar, de juegos, de globos, de fotógrafos con cámaras de fuelle. Estaba entonces más abierta al mar de lo que lo está hoy, pero el trajín sigue siendo el mismo. La fuente y la decoración de azulejo sevillano es de los años 30. Se asoma a esta plaza el Santuario de Nuestra Señora de Europa y, tras la misma, está el Callejón del Muro, título también de una minera ad libitum del disco Siroco de 1987.
Como detalle destacar que actualmente la plaza está decorada con azulejos de cerámica sevillana realizados por Cerámica Santa Ana de Triana “Casa Gonzalez”. Parte de ellos recrean escenas del Quijote y como anécdota, al establecerse la República en 1931 fueron borradas las coronas que aparecían en los azulejos, detalle que aún podemos observar hoy en día.
Iglesia de Nuestra Señora de la Palma
Fuente: Wikipedia
La Iglesia de Nuestra Señora de la Palma de Algeciras está situada en la Plaza Alta. Incoada BIC por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía desde 1992 es, junto a la Plaza Alta la principal seña de identidad de esta ciudad andaluza.
Comenzó a construirse en 1720 cuando el incremento de la población hizo insuficiente el servicio religioso ofrecido por la capilla de Nuestra Señora de Europa. Fue abierta al culto en 1738 cuando finalizaron los trabajos de la nave principal y las por entonces dos naves laterales, posteriormente se amplió con dos naves laterales aunque hubo de esperar hasta 1829 para que finalizaran completamente las obras con la construcción del campanario y para que fuera consagrada.
El templo fue construido en estilo barroco popular con elementos coloniales.
Fue consagrada al culto a la Virgen de La Palma, patrona de la ciudad desde que en 1344 el rey Alfonso XI de Castilla entronizara una imagen de este culto mariano en la mezquita principal de la ciudad de Al-Yazira Al-Jadra tras la conquista de la ciudad.
Así mismo cabe destacar la figura de Vicente Terrero Monesterio, parroco rector del templo a comienzos del siglo XIX, por su participación en la elaboración de la Constitución de 1812 (La Pepa) defendiendo la libertad de imprenta, la soberanía nacional y la abolición de la esclavitud.
Dentro del templo podemos encontrar una lápida, colocalada por el Ayuntamiento de la ciudad, que recuerda este hecho.
Capilla de
Nuestra Señora de Europa
Fuente: https://cadizpedia.wikanda.es
Su historia se remonta al año 1690, cuando con la autorización del obispo de Cádiz se levanta una ermita en el Cortijo de los Gálvez, bajo la advocación de San Bernardo, patrón del Campo de Gibraltar y después de Algeciras.
Una vez tomada Gibraltar por la escuadra anglo-holandesa en agosto de 1704, el cura Juan Romero hace trasladar la imagen de Nuestra Señora de Europa a esta ermita para evitar así su profanación por las tropas extranjeras.
En el año 1721 la iglesia se convierte en parroquia auxiliar de la de Los Barrios hasta 1736, fecha en la que se acaba la construcción de la vecina iglesia de Nuestra Señora de la Palma, quedando la capilla como una simple ermita, aunque con gran valor simbólico, pues representaba un gran hito histórico para la ciudad.
El tristemente célebre Terremoto de Lisboa de 1755 dañó seriamente la estructura del edificio, teniéndose que demoler y reedificar éste, cosa que ocurrió en el año 1769, dotándola
entonces del empaque y la fachada barroca con la que ahora aparece. Poco después, la imagen de Nuestra Señora de la Palma es devuelta a Gibraltar en 1864 a petición de los católicos que allí residían, colocándose en su lugar en la Capilla una réplica exacta de la misma.